sábado, 3 de febrero de 2007

UN PÀVO REAL EN LA TIERRA DE LOS PINGUINOS

¿Cómo hacer de la habilidad de escribir una actividad comunicativa?


Anna Camps y Joaquim Dolz aportan cinco concepciones básicas sobre la actividad de escribir y su funcionamiento concreto en diversas situaciones de uso. Estas concepciones que desarrollamos a continuación deben incidir en la enseñanza del área de Comunicación en el nuevo enfoque pedagógico si queremos hacer de la habilidad de escribir una actividad comunicativa.
1. La tarea de escribir es una actividad social en su naturaleza y en su uso: es un valor cultural que regula los intercambios comunicativos entre las personas y constituye una “marca de prestigio social”(9) para todo individuo que desee integrarse plenamente en su comunidad. El escritor refleja en su obra, sus maneras de ver y pensar acerca del entorno y favorece, “en solitario”, un intercambio comunicativo con otros: “El importantísimo objetivo de la comunicación escrita es transmitir ideas, cuanto más nobles, mejor, y siempre de la mejor manera; por lo tanto no debe escatimarse tiempo, papel ni esfuerzo. La nobleza de las ideas dimana de su utilidad en el campo de la ciencia, del arte y de la cultura”(10) Conviene, por tanto, que en la escuela los alumnos manejen diversos contextos y escriban para nuevos lectores, diferentes de su profesor o compañeros de clase. “Sabe escribir –y decimos, por tanto, que es un buen redactor o escritor- quien es capaz de comunicarse coherentemente por escrito, produciendo textos de una extensión considerable sobre un tema de cultura general”(11).
2. Las funciones y los usos escritos de la lengua son diversos, lo cual da lugar a una gran variedad de textos y de géneros. La expresión escrita se utiliza en asuntos variadísimos; pero hay que saber seleccionar uno entre los muchos. Para ello debemos preguntarnos: ¿Qué pretendo escribir?, ¿Cuál es el objetivo, la intención de mi mensaje?: Informar, comentar, preguntar, responder o ejecutar cualquier otra acción verbal donde esté involucrada una decisión de escribir. ¿Para quién? No es lo mismo escribir a profesionales especializados que al público en general. Es muy importante que el alumno dé sentido a la tarea que emprende; tiene que descubrir el objetivo de su actividad (leer para informarse, hablar para convencer a alguien, escribir para dar respuesta a una pregunta, etc.). “En nuestras sociedades alfabetizadas se escribe con fines distintos y con distintas intenciones, para los demás, para uno mismo, para transmitir o comunicar informaciones y conocimientos, y para ordenar y estructurar las propias ideas”(12).
3. Las operaciones implicadas en la actividad de escribir son complejas y requieren habilidades y conocimientos de tipo diverso, que se adecúen a las situaciones de comunicación y de género. Cassany engloba estos procedimientos en dos grandes grupos: operaciones simples y mecánicas o microhabilidades psicomotrices que afectan a la producción física del texto, entre las que destacan: hacer la caligrafía clara, dejar los espacios necesarios entre palabra y palabra, aplicar correctamente las reglas gramaticales, etc., y operaciones más complejas o microhabilidades intelectuales que requieren reflexión, memoria y creatividad, como por ejemplo, seleccionar la información para el texto, planificar su estructura, crear y desarrollar ideas, buscar un lenguaje compartido con el lector, etc. (13)
4. La apropiación de la escritura y de los mecanismos sociales que se generan con su uso supone un proceso activo de re-producción. Los textos existentes en el entorno social son modelos de referencia a partir de los cuales se construye, en las prácticas de redacción, el conocimiento de los géneros escritos propios de los distintos ámbitos de uso. La lengua escrita nos permite fijar el pensamiento verbal y convertirlo así en un objeto susceptible de ser analizado, confrontando con nuestras ideas o las de otros textos y ofrecido a una exploración ardua. Así, el escritor puede expresarse de diversas maneras, dependiendo de: su estado de ánimo, del modo como conciba la idea de estilo propio y de la riqueza del vocabulario. “Para escribir bien, debemos considerar el lenguaje como medio y como fin para cumplir determinada función; debemos sopesar críticamente nuestros recursos lingüísticos, calcular el espacio de comunicación que abrimos con nuestro escrito, meditar sobre el tema del que queremos hablar y sobre las personas a las que nos dirigimos.
5. La lengua escrita requiere un nivel relativamente alto de control y de conciencia metalingüística explícita. Es decir, se trata de una tarea de construcción del conocimiento no sólo sobre el proceso de escritura, sino sobre los contenidos del texto, en un clima de intercambio y colaboración entre profesor y alumno. Así pues, la atención del profesor deberá centrarse en el proceso más que en el producto final, tendrá que estar preparado para introducir cambios en la estructura, manipularla, transformarla, y al mismo tiempo saber qué conocimientos gramaticales, textuales y discursivos son necesarios en cada caso de escritura y cómo se deben impartir. El alumno será consciente de lo que hace y sabrá afrontar las dificultades que se le presenten durante el proceso, en la medida que reciba la ayuda externa de su profesor.
FORMAS DE COMUNICACION ESCRITA
El Texto
Texto Expositivo
Texto Técnico
Texto Narrativo
Texto Periodístico
El reportaje
El artículo
Crítica
Entrevistas
Formas de expresión
La Descripción
La Narración
Ensayo
Informe
Contrato
Argumentación
Discurso
Formas de organizar un texto
Problema - Solución
Hipótesis - Conclusión
Tesis - Demostración
Expresión escrita
Reseña
Resumen
Acta
Carta
La Crónica
CuadroSinóptico
V Heurística
Mapa Conceptual
Fichas Nemotécnicas

LITERATURA UNIVERSAL

LITERATURA
Literatura proviene del latín "litterae", y es posiblemente un calco griego de "grammatikee". En latín litteratura significaba una instrucción o un conjunto de saberes o habilidades de escribir y leer bien, y se la relacionaba con el arte de la gramática, la retórica y la poética. Por extensión se refiere a cualquier obra o texto escrito, aunque más específicamente al arte u oficio de escribir de caracter artístico y/o las teorías estudios de dichos textos. También se usa como referencia a un cuerpo o conjunto acotado de textos, por ejemplo la literatura médica, literatura española del siglo de oro, etc.

Definición General
Existe dificultad en definir analíticamente lo que se considera literatura. No existe consenso y, mientras los diccionarios apuntan a definirla como el arte de la palabra o como un grupo de creaciones humanas con unas características dadas, en los estudios literarios se sigue debatiendo aún qué es la literariedad. Aristóteles la reducía a mimesis o imitación, y ponía su finalidad en el placer; corrientes más modernas hablan de funciónpoética y de un lenguaje estilizado por el desvío y la recurrencia; también se ha denotado la importancia que para la definición de literatura tiene la autonomía de la palabra de toda función práctica y cómo la tradición cultural la impregna de intertextualidad: la palabra literaria posee un significado suplementario, añadido, recursivo y trascendente que no es el meramente literal. Por otra parte, la literatura debe definirse al margen de estéticas, ya que los escritores las han modificado a lo largo del tiempo y con ellas han redefinido su concepto de literatura hasta llegar a un punto en que lo que se consideraba anteriormente parte de la literatura con nuevos criterios se ha dejado de llamar así, y viceversa.
Los géneros literarios simples están presentes en todas las literaturas; son estos la narrativa o épica, la lírica o poesía y el teatro o drama, correspondientes a las tres funciones del lenguaje de Bühler: representativa, expresiva y conativa.
La literatura se caracteriza por la interrelación entre varios elementos fundamentales:
El objeto literario, la obra literaria.
El texto o enunciado literario.
El discurso que lo alude como literario.
Los sujetos que producen obras literarias, las consumen y las comentan.
Otras definiciones específicas
En el Diccionario de Autoridades (1734), la Literatura era el conocimiento y ciencias de las letras. La etimología viene de la palabra latina Litteratura, que significa letras. En el siglo dieciséis en España se le designaba a los manuscritos legales, y a las artes y letras. En el Diccionario de la Real Academia Española, (1992) literatura se le asigna al arte que emplea como instrumento la palabra, que comprende las obras que caben elementos estéticos. Una segunda denominación habla sobre una teoría sobre las composiciones literarias. En el Diccionario de uso español de María Moliner se designa Literatura al «arte que emplea como medio de expresión la palabra hablada o escrita». Una segunda designación habla sobre el conjunto de obras literarias.
De acuerdo al Diccionario internacional de literatura y gramática filosofica de Guido Gómez, la literatura se refiere a los escritos imaginativos o de creación de autores que han hecho de la escritura una forma excelente, para expresar ideas de interés general o permanente. (Gómez, Guido. "Literatura")
Otras denominaciones
-El conjunto de la producción escrita de ficción. Desarrollada con una técnica propia y cuyo fin es la recreación.
-Se le designa a la producción de obras creativas escrito por autores y, avaladas por la crítica literaria.
-Clase de escritos que se distinguen por su belleza de estilo o expresión, como la poesía, los ensayos o la historia, a diferencia de los tratados científicos o trabajos cuya preocupación se centra más en el fondo que en la forma.
-Es el arte que expresa belleza por medio de las palabras. Es parte de las Bellas Artes como la música, la escultura, el teatro, etc.
-Conjunto de obras literarias producidas en una época. -Literatura barroca, literatura romántica. -Bibliografía existente acerca de un tema específico.
-Por literatura también se considera el compendio histórico de un país o de una nación.
-En su más amplia acepción, por literatura se entiende todo lo relacionado con las letras, particularmente las escritas, y podría definirse como "el conjunto de la producción escrita."
¿PARA QÚÉ SIRVE LA LITERATURA?
Estoy seguro que muchas veces habrán escuchado esa demoledora inquisición: «¿Bueno, y para qué sirve la literatura?», casi siempre en boca de algún pragmático hombre de negocios; o, peor, de algún Goering de turno, de esos semidioses que siempre esperan agazapados en los rincones de la historia, para en los momentos de mayor debilidad salvar a la patria y a la humanidad quemando libros y enseñando a ser hombres a los hombres. Y si uno es escritor, palo, ya que nada peor para una persona con complejos de inferioridad que la presencia cercana de alguien que escribe. Porque si bien es cierto que nuestro financial time ha hecho de la mayor parte de la literatura una competencia odiosa con la industria del divertimento, todavía queda en el inconsciente colectivo la idea de que un escritor es un subversivo, un aprendiz de brujo que anda por aquí y por allá metiendo el dedo en la llaga, diciendo inconveniencias, molestando como un niño travieso a la hora de la siesta. Y si algún valor tiene, de hecho lo es. ¿No ha sido ésa, acaso, la misión más profunda de toda la literatura de los últimos quinientos años? Por no remontarme a los antiguos griegos, ya a esta altura inalcanzables por un espíritu humano que, como un perro, finalmente se ha cansado de correr detrás del auto de su amo y ahora se deja arrastrar por la soga que lo une por el pescuezo.
Sin embargo, la literatura aún está ahí; molestando desde el arranque, ya que para decir sus verdades le basta con un lápiz y un papel. Su mayor valor seguirá siendo el mismo: el de no resignarse a la complacencia del pueblo ni a la tentación de la barbarie. Para todo eso están la política y la televisión. Por lo tanto, sí, podríamos decir que la literatura sirve para muchas cosas. Pero como sabemos que a nuestros inquisidores de turno los preocupa especialmente las utilidades y los beneficios, deberíamos recordarles que difícilmente un espíritu estrecho albergue una gran inteligencia. Una gran inteligencia en un espíritu estrecho tarde o temprano termina ahogándose. O se vuelve rencorosa y perversa. Pero, claro, una gran inteligencia, perversa y rencorosa, difícilmente pueda comprender esto. Mucho menos, entonces, cuando ni siquiera se trata de una gran inteligencia.